CONSEJOS EN CASO DE ENVENENAMIENTO

A contiuación os voy a resumir el protocolo de actuación que recomienda la «red de veterinarios contra el veneno en Andalucía», o dicho más claro, qué es lo que debes hacer si tu perro come comida envenenada en cualquier lugar, ya sea un parque, en la calle, plaza etc.

1º.- No perder la calma, amarra bien tus nerviosy NO TOQUES NADA ya que puede resultar muy tóxico al contacto con tus      manos.

2º- AVISA INMEDATAMENE A LAS AUTORIDADES. El uso de cebos envenenados está tipificado como delito grave. Las autoridades levantarán acta recogiendo toda la información relevante y, en su caso, levantarán y precintaránlos cebos y en su caso cadaveres para ser analizados.

3º- ATENCIÓN VETERINARIA. Si hay animales domésticos afectados vivos, hay que llevarlos inmediatamente a un veterinario. Mientras tanto, los veterinarios recomiendadn darles AGUA CON SAL para provocarles el vómito, tres cucharadas por vaso de agua.

4º- PRESENTA UNA DENUNCIA. Aunque no exista un sospechoso, es recomendable denunciar el caso, ya que puede evitar otros posibles envenenamiento. La denuncia la puedes presentar ante el SEPRONA y en la Consejería de Medio Ambiente. Las penas penas contemplan multas y cárcel.

Si el envenenamiento sucede en el casco urbano contacta con la Policía Local y/o a la Guardia Civil, ellos son los que deben personarse en el lugar y acordonar la zona, y en su caso, solicitar la colaboración del SEPRONA.

Si se produce en el campo llama al SEPRONA: 062

Teléfonos de la Consejería de Medio Ambiente (Junta de Andalucía):

Almería:   955 012800                Cádiz:      956 008700

Córdoba: 957 001300                Granada: 958 026000

Huelva:    959 011500                 Jaén:       953 368800

Málaga:   951 040058                 Sevilla:     954 003400

Espero que os sea de utilidad y que nunca tengais que utilizarlos¡¡perro-chistoso

AGRESIVIDAD ENTRE PERROS QUE VIVEN EN LA MISMA CASA, Artículo de la web comportamientoanimal.com

Uno de los problemas que mas ha llegado a consulta este ultimo tiempo es las peleas entre dos perros que conviven en una misma casa.
Generalmente, cuando los propietarios relatan dicho problema, cuentan que tienen dos perros(por lo general del mismo sexo y de mas de un año de edad) que convivían perfectamente, y de la noche a la mañana comenzaron a tener peleas que con el paso del tiempo se tornaron mas frecuentes y cruentas, hasta llegar al punto de tener que colocar a los perros en distintas partes de la casa ya que de lo contrario los resultados podrían ser terribles…
En estos casos el dueño puede o no encontrar la causa primaria del desencadenamiento de la agresividad. Esto es de suma importancia ya que generalmente tiene que ver con los recursos críticos. Recordemos que los perros son animales gregarios (que viven en grupos) y con una jerarquía bien definida, es decir, hay un orden de mando que es mas o menos estable en el tiempo.
Partiendo de esta base, podemos decir que los de mas alto rango tienen acceso en forma primaria y a veces exclusiva a los recursos críticos. Pasamos a enumerarlos: Comida, agua, lugar de descanso, pareja sexual o compañero, juguetes, persona/s favorita/s.
Si tenemos en cuenta estos recursos podremos llegar a entender o predecir que es lo que generara el conflicto. Cada perro puede tener una predilección por alguno de ellos, algunos con la comida, otros por una persona, otros por su lugar de descanso, etc.
Por ejemplo, podemos tener un perro que no tenga ningún conflicto en compartir su colchoneta con otro perro, pero nunca compartirá su pote de alimento, a su vez podemos tener un perro que no dejara a ninguno dormir en su colchoneta cuando el este, pero no tendrá problema en comer del mismo pote con otro.
Pero sin dudas, el recurso que mas habitualmente causa conflictos entre perros y que mas desapercibido pasa para los propietarios, es el de la persona favorita, mejor dicho, la atención de la persona favorita. Para ellos nosotros somos fundamentales, el perro como especie domestica es sumamente dependiente (nosotros les damos paseos, comida, afecto, juegos) por lo tanto somos su tesoro mas preciado. Esta situación lleva a que se desencadene competencia entre perros que conviven en la misma casa.
Sin duda conocemos miles de casos de perros que conviven juntos y no tienen problemas, entonces, ¿por que en algunos casos hay problemas y en otros no?
Para que el conflicto se de, necesitamos ciertos factores o características que den el caldo de cultivo ideal para que el problema se geste. Suelen ser perros del mismo sexo y llegando o en edad adulta, muchas veces con una socialización deficitaria, con poca o nada ejercitación física y por sobre todo y como factor mas importante la falta de control y liderazgo por parte de su dueño.
En reiteradas ocasiones notamos que los dueños no tienen demasiado liderazgo sobre su perro, pero sin duda sienten un gran afecto por ellos y deciden traer otro perro a la convivencia, en muchos casos el primer perro tiene problemas y fantasean con que la llegada del nuevo perro mejorara dichos problemas. Muy lejos de ello, en la mayoría de estos casos terminan los dos perros teniendo problemas.
El tiempo en que comienzan los conflictos no suele ser generalmente en el comienzo de la relación, ya que cuando el nuevo perro aun es cachorro, no hay demasiado problema. 
Cuando comienza a llegar a la adolescencia (alrededor de los 8 meses) comienzan a aparecer ciertas situaciones de conflicto que muchas veces pasan desapercibidas para el dueño (miradas, posturas, actitudes, etc.). Para cuando los conflictos se hacen habituales y notorios, el problema esta fuera de las posibilidades del propietario para solucionarlo por si mismo.
Es muy importante contactarse lo antes posible con un profesional ya que en estos problemas el tiempo es un factor determinante, una vez que los perros no pueden estar en el mismo ambiente sin agredirse, las posibilidades de instaurar un tratamiento y que el problema mejore, disminuyen drásticamente.
Tampoco si los perros se pelearon una vez, tenemos que reubicar si o si a uno de ellos, pero sin duda es un alerta de que algo no esta bien no solo en su relación sino en el sistema (familia mas perros).
No es la idea de este articulo darles una solución mágica si están teniendo este problema, ya que cada caso es único e irrepetible (como todo ser vivo). Entonces, debemos pedir ayuda de alguien que pueda evaluar las causas del problema, que pueda indicar los pasos a seguir para solucionarlo y sobre todo que nos de un pronostico de la probable evolución del caso.
Lo que si podemos recomendarle es que si tiene un perro siga los siguientes ítems:
Socialícelo de cachorro (habilidades sociales evitan conflictos)
Dele ejercicio apropiado (dependiendo de la edad y la raza, algunos necesitan mas otros menos)
Establezca pautas y limites (no deje que su perro haga lo que le plazca, si no puede manejarlo pida ayuda rápidamente).
Sea afectuoso pero no en demasia (recuerde que algunos gestos de cariño de nuestra especie son tomados como gestos de sumisión para la especie canina).
Si los puntos anteriores están cumplidos para su perro, seguramente no habrá problema en incorporar otro, igualmente si lo va a hacer trate de que sean de diferente sexo (esto disminuye mucho la probabilidad de conflictos).
Mariel e Ignacio
Facultad de Cs. Veterinarias (UBA)perros-sentados-mesa-foto-graciosa-animales

CÓMO ADIESTRAR A TU PERRO, de la web lealcan.com

Esta es la primera pregunta que nos viene a la cabeza cuando llega un nuevo miembro a la familia o surgen dudas sobre el comportamiento de nuestro perro cuando ya convive con nosotros; ¿cómo adiestrar un perro?

En muchas ocasiones vivimos determinados momentos en los que no sabemos interpretar lo que le ocurre a nuestro perro, nos desespera y suceden situaciones que se nos escapan de las manos, en este caso empezamos a pensar si debemos castigar al perro, gritarle, utilizar correcciones, ignorar su comportamiento, reforzarle, etc., y eso nos esta indicando que necesitamos la ayuda de un profesional.

Lo primero que debemos plantearnos, es la línea de trabajo que queremos seguir y la relación que queremos mantener con nuestro perro, recomendamos usar técnicas de Adiestramiento en positivo, que es una filosofía de trabajo en la que no se utiliza el castigo positivo (aparición de algo desagradable para el perro) evitando de esa manera correcciones innecesarias. Se basa en buscar la motivación y el vínculo con nuestro perro, utilizando refuerzos que le guíen hacía comportamientos que queremos que repita, en vez de centrarnos en corregir los indeseados. Esta filosofía nos permite relajarnos en la relación con nuestro perro, ya que busca la colaboración en vez de la confrontación y es un alivio sentir, que no tienes la necesidad de imponerte continuamente a tu perro buscando “dominarle”, esto comienza desde el momento en el que empezamos a utilizar términos como “señal verbal” en vez de “orden” o “comando”, para referirnos a la palabras que vamos a utilizar para comunicarnos con él y que preceden a una acción deseada como sentarse, tumbarse, acudir a la llamada, etc. De esta manera conseguimos que las acciones no se hagan por miedo, sino porque le motive hacerlas.

¿Cuándo es la edad adecuada para adiestrar a un perro?

Esta es otra duda que nos viene a la cabeza cuando decidimos llevar a casa un cachorro y la respuesta también esta directamente relacionada con el método de trabajo que elijamos: Mientras que en el adiestramiento tradicional, normalmente losadiestradores nos indican que debemos esperar a que el perro sea mayor para poder trabajar con ellos, en el adiestramiento en positivo, podemos comenzar a educarle desde que llega a casa y esta diferencia radica fundamentalmente en que en eladiestramiento tradicional, se necesita que el perro sea suficientemente mayor como para asimilar las correcciones, los castigos que se van a utilizar y material como collares de ahogo, de púas, eléctricos, etc., mientras que en adiestramiento en positivo podemos empezar a educar a nuestro cachorro desde que llega a casa y está con nosotros, afrontando el aprendizaje de una forma innata a través del juego. Naturalmente estamos hablando de la organización y las normas básicas que utilizaremos en casa para una buena convivencia y de los juegos educativos que le ayudarán a desarrollarse, teniendo siempre en cuenta que es uncachorro y debemos dejarle disfrutar de las primeras etapas del desarrollo dejándole ser lo que es: un cachorro. Al escribir sobre educación canina o adiestramiento canino, también nos puede aparecer la duda sobre cómo plantearlo correctamente. Existe una forma sencilla de hacerlo: Educación canina se refiere al trabajo de un educador canino hacia los guías del perro, enseñándoles cómo deben relacionarse con el perro mientras que adiestramiento normalmente se utiliza más para referirnos al trabajo directo con el perro.

Cuando hablamos de técnicas de adiestramiento tradicionales, se suelen utilizar muchos términos como dominancia, el líder de la manada, etc., pero son términos un poco confusos y que nos aportan poca información a la hora de diagnosticar de forma correcta un problema de comportamiento en nuestro perro, ya que probablemente como se ha extendido tanto su uso, no damos todos la misma interpretación a la palabra dominancia, cuando se usa para explicar una acción que realiza. Como ejemplo podemos poner, algún caso de personas que nos llaman comentándonos que su perro es dominante porque coge comida del suelo en el parque y aunque le apartan, sigue intentando comérsela, pero lo cierto es que el hecho de que sea un perro dominante, seguramente sea la explicación más alejada de la realidad y que si nos explican detenidamente lo que sucede y cómo es su alimentación, obtendremos una información muy valiosa para encontrar una forma adecuada de modificar su comportamiento.

Por otro lado tenemos el termino erróneo de “líder de la manada” si lo utilizamos para referimos a un grupo familiar, en el que conviven personas y perros, ya que una manada, solo la pueden formar animales de la misma especie. Puede ser correcto utilizar la palabra líder, si entendemos como tal una persona que guía, pero cuando pasamos a la definición en tanto que jefe de grupo, puede dar lugar a confusión, ya que en una casa, nuestro perro seguirá las indicaciones de todos aquellos miembros que se comuniquen de forma adecuada con él, no de una sola persona de la casa que ejerza de “jefe” autoritario. Si llevamos esa idea y esa línea de trabajo, solo conseguiremos restar oportunidades al resto de miembros de la familia  que no castigan o trabajan de forma brusca con el perro.

Aunque busquemos en Internet “¿Cómo adiestrar un perro?” y encontremos información para entrenar con nuestro compañero, debemos tener en cuenta que lo mas recomendable es buscar un educador canino adecuado, ya que valorar la información que aparece puede ser complicado y en vez de solucionar un problema, podemos agravarlo sin querer por no saber escoger el camino correcto.

Hay problemas de comportamiento como ansiedad, hiperactividad, agresividad, que requieren de una consulta con un especialista para evaluar la situación ya que cuanto más tiempo lleva produciéndose el problema, más laboriosa será la modificación de conducta, por lo que si notamos que nuestro perro ladra en exceso, llora, rompe objetos en casa o simplemente queremos mejorar el control en obediencia y tenemos dudas sobre cómo llevarlo a cabo, lo mejor es contactar con un especialista en comportamiento.

En este contexto nos puede surgir otra duda en referencia a un término muy extendido, pero que a veces no se utiliza correctamente: Etólogo. La etología es aquella rama de la biología y de la psicología experimental que estudia el comportamiento de los animales en general, no solo canino, y que una persona nos indique que es etólogo, nos puede aportar poca información sobre su formación con respecto a los perros, que en este caso es lo que nos interesa y conviene indagar un poco más sobre si eseducador canino, veterinario, psicólogo, biólogo… y cual es su formación y experiencia.

Es importante diferenciar si nuestro perro tiene un problema de comportamiento o si existe algo que, aun siendo normal en su comportamiento, supone un problema para nosotros. Pondré algunos ejemplos para que se vea más claro: Si nuestro cachorro se hace pis en casa, en un principio no es un problema de comportamiento, pero si repercute en un problema de higiene para nosotros, tendremos que enseñarle. En cambio si nuestro perro tiene un problema de ansiedad por separación (que sí sería un problema de comportamiento) y en vez de destrozar cosas en casa (que sería un problema para nosotros) solo llora, pero vivimos en una zona donde no molesta a nadie, para nosotros no supondría un problema directo, pero lógicamente tendríamos que poner solución, ya que nuestro perro lo estaría pasando mal y nosotros somos responsables de su bienestar. Una buena empresa deadiestramiento canino nos ayudaría a comprender y analizar el problema.

Que el problema tenga mejor o peor pronostico, depende de nosotros y de nuestra implicación, así que no debemos dejar que se consolide el problema durante mucho tiempo como hemos indicado antes, ya que si nuestras fuerzas han llegado al límite cuando llamamos a un especialista y hemos puesto un plazo de tiempo para solucionarlo o nos hemos planteado buscarle otro dueño, el pronostico empeora y aunque la solución del perro pudiera ser fácil, a lo mejor en el ambiente en el que vive, la solución se haría más larga.

También hay gente que nos comenta que “su perro le ha salido malo” y aunque puede haber perros que nos den más o menos facilidad a la hora de trabajar, hay muchos factores asociados a su comportamiento como la socialización y estimulación temprana, la línea de trabajo que elijamos, el tiempo que le dediquemos… esto es lo que marcará la diferencia fundamental, entre un perro “bueno” o “malo”. Nosotros ponemos los límites en nuestra casa, si se pueden subir al sofá, a la cama, etc., pero no tiene porqué que ser una norma obligatoria, lo único que debemos hacBebé-Durmiendo-Con-Perro-Pitbuller es ser coherentes con la decisión y buscar un consenso familiar, para que todos estén de acuerdo con la decisión adoptada y podamos disfrutar de la convivencia, durante todo el tiempo que nuestro perros nos alegre con su presencia, el perro más longevo del mundo llegó a 26 años.

SOBRE LOS PERROS, Artículo de Hanibal Bueno en la web hablandodeciencia.com

Los perros (Canis lupus familiaris) son mamíferos carnívoros domésticos de la familia de los cánidos. Esta familia incluye entre otros a los zorros, coyotes y lobos. Como es conocido, es de este último animal del que procede el perro. Más concretamente de la especie del lobo gris. Los restos fósiles y diversas investigaciones genéticas han determinado que hace aproximadamente unos 100.000 años uno -o unos- de estos lobos grises se acercó más de lo habitual a un grupo de humanos, quizás movido por la necesidad de alimento, quizás por enfermedad, o por curiosidad inusual. Debió recibir cierto feedback o cierta aceptación y decidió volver, una vez, y otra, hasta que fue integrado en la manada de Homo sapiens en un acto hasta la fecha inédito, conviertiéndose en -dicen- la primera mascota de la historia. Todo esto ocurrió en Asia.

Pero estamos hablando de lobos. El perro en sí podemos considerar que formaba parte de comunidades humanas -según las evidencias a día de hoy- desde hace unos 31.000 años. Durante el proceso de domesticación del lobo-perro muchos cambios evolutivos se produjeron para adaptar a este animal a su nuevo entorno. Ciertas características iniciales fueron desapareciendo y otras nuevas iban incorporándose al fenotipo del animal. Los criterios para la supervivencia habían cambiado drásticamente y ahora lo que les hacía mas aptos o menos para sobrevivir eran otras cosas. Por ejemplo, su sistema digestivo cambió y pasaron de ser carnívoros a omnívoros.

Pero existen otras características que los perros adoptaron y que son muy interesantes, algunas propias de cualquier animal domesticado:

  • La carencia de agresividad hacia el hombre. Al convivir con él debían ser pacíficos por lo tanto sólo aquellos que tenían una convivencia constante y pacífica tenían grandes posibilidades de sobrevivir y tener descendencia con las mismas características.
  • La adaptación a la alimentación humana. Modificando su espectro de nutrientes.
  • La adaptación a los nuevos refugios. Haciendo en muchos casos innecesario el pelaje o camuflaje.
  • Adaptación sensorial. Al no depender de la caza y ser en cierto modo carroñeros, sus sentidos perdieron algo de precisión.
  • La empatía con el ser humano, sobre lo que me detendré al final del artículo.

Pero la forma en la que ha evolucionado este animal no es fruto únicamente de una nueva asociación de cierta simbiosis con otra especie. El hombre ha intervenido mucho en ello. Desde siempre hemos tratado de aprovechar lo que ciertos animales nos aportaban para que nos “echasen una mano con nuestras cosas”. De modo que se comenzó a adiestrar a los perros para tareas como:

  • La caza
  • El cuidado de ganado
  • Perros guía (más recientemente)
  • Perros para rescates en alta montaña
  • Perros policía

Cada uno de estos adiestramientos se realizaba generación tras generación. Es decir, los mejores ejemplares de estos animales, los que cumplían mejor su función en el campo para el que se les estaba entrenando, eran luego los que tenían descendencia, transmitiendo sus genes de ‘buen cazador’, ‘buen pastor’, etc… y mejorándolos generación tras generación por este proceso selectivo. Hasta el día de hoy en el que tenemos perros totalmente expertos y eficientes en su “profesión”. Pero la cosa no queda ahí. También se han moldeado (como el que tiene un torno con barro y va dando pequeños roces en cada vuelta para conseguir poco a poco la forma que quiere, pero a nivel genético) a esta especie animal para obtener aspectos físicos determinados: razas concretas por mera estética. De ahí que hoy en día existan más de 900 razas de perros. Dicen que es el mamífero del que más razas se conocen. Incluso hay concursos de belleza, donde los ejemplares van siendo cada vez más ‘perfectos’ estéticamente (aunque a veces a nivel orgánico les suponga algunos problemas).

Todo este proceso de cambios fisiológicos, para mí, es una prueba brutal del proceso evolutivo y de su funcionamiento, de la teoría de la evolución y de como una especie se transforma en otra (es más fácil verlo por ejemplo en bacterias, pero para la gente que no tiene un microscopio a mano y aún duda de la evolución [¿la hay?] esto debería ser una prueba definitiva). En el libro “Evolución: El mayor espectáculo sobre la tierra“, Richard Dawkins habla sobre algo parecido a lo que yo comento (domesticación de animales) pero usa el término “selección artificial” para hacer referencia al hecho de que es un proceso similar al de la evolución biológica natural pero guiado por la mano del hombre. No estoy de acuerdo con esto. Para mí es selección natural pura y dura. La selección natural es la que se ha producido históricamente y en la que una especie se adapta al entorno: a las condiciones climáticas, a la tasa de depredadores, a la cantidad de alimento del entorno, y también a las posibles simbiosis. Por ejemplo, podemos ver como los colibrís tienen el pico que tienen para poder acceder al néctar de determinadas flores. ¿Esto es selección artificial porque la planta le ha obligado a cambiar?. No debemos olvidar que somos un animal más y el hecho de que otra especie cambie porque nosotros consideramos más útil que sea así no deja de ser algo natural, lo mismo que ha pasado y pasa siempre entre seres vivos.

Bien, para terminar voy a centrarme en la empatía de los perros. Como animal de compañía puede resultar obvio que aquellos que fuesen capaces de empatizar más con los humanos serían conservados dentro del acervo, serían los que los hombres perderían su tiempo en cruzar y obtener descendencia y mejorarían genéticamente generación tras generación con este filtro. Hace unos años recuerdo que me interesé mucho por un hecho. Cuando a un perro le tiras un palo y te lo trae, el cerebro del perro segrega sustancias que le producen placer. Esto me parece asombroso. Objetivamente, el perro no obtiene un rédito por ello. No le sirve de alimento. No le sirve para procrear. Pero el perro disfruta jugando con el humano. Y, ¿por qué? Pues precisamente porque le fue -y le sigue siendo- muy útil indirectamente para su supervivencia, ya no individual, sino como especie, o apurando más y entrando de nuevo en el terreno pantanoso que tanto me gusta, como conjunto de genes. Los perros que se prestaban a jugar -porque en su material genético ponía que jugar les liberaba neurotransmisores agradables- eran los más apreciados por los humanos y, una vez más, los que tenían mas probabilidad de tener descendencia. Me parece fascinante.

Y por último, algo muy interesante, leí el otro día un artículo titulado ¿Por qué los perros sienten nuestro dolor?. En él se afirmaba que el hecho de detectar el malestar en un ser humano y acudir a reconfortarlo es una función cerebral de los perros. Y está claro que en multitud de ocasiones, cuando un humano llora, su perro acude, le lame, le apoya la cabeza cerca… Han desarrollado esa valiosa función por los mismos motivos que el resto de ellas. Diversos estudios han concluido que es el animal que más empatiza con el ser humano, incluso por encima del mismo humano. Deborah Custance, componente de uno de los últimos estudios llevado a cabo en el Departamento de Psicología de la universidad de London Goldsmiths, decía en Discovery News: “Creo que existen motivos para pensar que los perros podrían ser más sensibles a las emociones humanas que cualquier otra especie”. “Además” añadió, “aquellos perros que manifiestan una respuesta sensible a nuestros indicios emocionales podrían ser aquellos con más posibilidades de convertirse en mascotas y ser criados para tal fin”. El experimento consistió en fingir dolor y malestar delante de diferentes perros de diversas razas. El 90% acudió a dar consuelo al humano, fuese su dueño o no. De modo que concluyo este post con el tópico de que el perro es el mejor amigo del hombre. Sí, un amigo que hemos creado a medida.

PERROS QUE DETECTAN ENFERMEDADES. Artículo de la web perros.com

Cuando decimos que los perros son increíbles no nos damos cuenta de lo realmente maravillosos que son.

Hace unos días leía una noticia en la que un perro, si es entrenado para ello, es capaz de detectar el cáncer de próstata hasta cuatro veces mejor que las pruebas médicas, y se dice que con una gran precisión (hasta un 90%), en algunos casos.
Esta es la conclusión a la que han llegado unos investigadores británicos después de trabajar con perros específicamente entrenados y conocidos como Medical Detection Dogs.
Estos perros pueden detectar células cancerígenas en muestras de orina con gran precisión e incluso oler que una persona tiene cáncer antes de que empiecen a manifestarse los síntomas.
Según indica Betsy Duncan Smith, una de las administradoras de la asociación Medical Detection Dogs, que por cierto, dicha organización tiene carácter totalmente benéfico, se gasta mucho dinero en realizar pruebas médicas con las que finalmente no se consigue mejorar su fiabilidad. En cambio, con los perros se obtienen buenos resultados constantemente.
Tal y como indica esta asociación en su web, ayudan tanto a la ciencia a desarrollar nuevos métodos para detectar el cáncer como para aportar un segundo test para un cáncer que es complicado de detectar de forma fiable.
Precisamente, a partir de estos estudios se está desarrollando una “nariz electrónica” (ChemPro 100 eNose) que puede detectar el cáncer de próstata con un 80% de precisión en una muestra de orina (noticia publicada en el Journal of Urology), aunque todavía está en las fases iniciales de desarrollo.

Esta no es la única noticia en la que se demuestra que los perros tienen una gran capacidad para detectar enfermedades y síntomas de éstas: pueden detectar ataques epilépticos, tienen una sensibilidad especial con personas con discapacidades, con ancianos, niños, etc.

En otras ocasiones, se han hecho estudios sobre la gran capacidad que tienen los perros para detectar niveles bajos de azúcar en sangre de los diabéticos (hipoglucemia).
Dichos niveles no se pueden prevenir, aunque si que aparecen síntomas como mareos y sudores que hacen presentir que algo no va bien.
Según varias estadísticas, se ha demostrado que aquellos perros que conviven con personas diabéticas ladran, aúllan o lamen a su dueño cuando está teniendo una bajada de azúcar.
No se sabe exactamente lo que detectan, pero se intuye que es el olor que se desprende durante una hipoglucemia, ya que los perros poseen entre 200 y 300 millones de receptores olfativos, mientras que los humanos sólo 5 millones.
Por ello, se ha empezado a entrenar a perros para que detecten las hipoglucemias y así poder ayudar a personas diabéticas y se distingue entre:

– Perros de Alerta: son aquellos que detectan los niveles bajos de azúcar

– Perros de Respuestas: son los que pueden no detectar la variación en el nivel de azúcar pero que ayudan al diabético a traerle medicación o bien avisan a otra persona para que pueda ayudarle, ya que los casos extremos de hipoglucemia pueden ocasionar la muerte. Estos perros son los más fáciles de entrenar, ya que no necesitan ninguna habilidad en especial.

¿Son o no maravillosos los perros?fotos-graciosas-de-perros-y-bebes

Perros: los mejores amigos del cazador desde la prehistoria. Artículo de la revista MUY INTERESANTE

Hace 27.000 años, nuestros ancestros probablemente ya utilizaban perros para perseguir y abatir mamuts. Es más, estos canes, domesticados a partir de lobos especialmente curiosos que se acercaban a los asentamientos humanos en busca de comida, incluso eran honrados cuando fallecían. Eso al menos cree la antropóloga Pat Shipman, profesora emérita de la Universidad Estatal de Pensilvania, que ha impulsado un estudio titulado How do you kill 86 mammoths?, en el que destaca la importancia de estos animales en las partidas de caza prehistóricas. El hallazgo de un gran hueso, probablemente de mamut, colocado entre las fauces de un perro, una ceremonia que fue realizada tras la muerte del cánido, en un yacimiento de Predmostí, en la actual República Checa, parece sustentar la hipótesis de la investigadora. Esta indica, además, que aunque los humanos cazaban estos proboscidios extintos desde épocas remotas, se ha descubierto que entre 45.000 y 15.000 años antes de nuestra era surgieron numerosos enclaves en los que se han encontrados muchísimos restos óseos de ellos, en algunos casos pertenecientes a cientos de ejemplares. Shipman apunta que la mayoría no fueron víctimas de accidentes o desastres naturales. En su opinión, debió desarrollarse una nueva técnica de caza que permitió capturarlos más fácilmente. De hecho, un equipo de expertos coordinado por la paleontóloga Mietje Germonpré, del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales, ha determinado que los fósiles de carnívoros que han aparecido en muchos de esos asentamientos pertenecen a grandes perros, y no a lobos, como se sospechaba. “Ayudaban a los cazadores a encontrar antes a la presa y podían rodear a los animales más grandes y retenerlos en un punto hasta que los humanos se hacían cargo de la situación. Todo ello aumentaba las posibilidades de éxito de la cacería”, señala Shipman. “Podían transportar las piezas hasta lugar seguro o proteger los restos de otros depredadores si esto no era posible, lo que permitía a los cazadores acampar in situ. De este modo, realizaban más capturas, aumentaban su ingesta de proteínas, reducían su gasto energético y la población podía crecer con mayor facilidad”, señala.images

Etología: la jerarquía y lo politicamente correcto por Antonio Pozuelos Jiménez de Cisneros, 2005

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Crece de forma alarmante el problema de la agresividad competitiva entre la población canina de los países «mas o menos acomodados». Como ustedes recordarán, esta agresividad es la que lleva al perro a tratar de escalafonarse por encima de su propio dueño y, por supuesto, de todos los miembros de la familia.

Cuando el animal lo consigue, la convivencia deja de ser una alegría para convertirse en un problema grave, en un peligro muy definido y en algunos casos, en una pesadilla. Las familias se transforman en una diana de acreedores que les reclaman daños y perjuicios por aquel destrozo de su perro, por aquel intento de mordida a su niño o por aquella agresión injustificada. Se pierden amigos porque estos «desgraciados» no se dejan morder por el simpático chucho dueño y señor de visitas y reuniones. Los amigos de los hijos de la familia ya no quieren jugar en una casa donde te puedes encontrar con un colmillazo por un quítame allá esas pajas y hasta la asistenta se niega a trabajar en el circo donde hay que llevar armadura para que el león no se coma al cristiano.

Curiosamente esta situación se mantiene unos tres años de media, tiempo más que sobrado para que el canalla del perro se haga a su puesto privilegiado y trate de no dejarse arrebatar su estatus de Alfa de manada. En ese tiempo los dueños, con toda timidez, hablan entre los que tienen el mismo problema, se lamentan e intercambian impresiones y vivencias.

– Menudo susto me dio ayer Atila cuando atacó a la portera. Poco más y la muerde. A mí me tiró al suelo pero tuve la suerte de que me arrastrara y no consiguiera morder a la señora.
– ¿Le castigaste luego?
– Sí. Me puse muy serio. Le regañé a gusto y hasta le grité.
– ¿Reaccionó Atila al castigo?
– ¡Ya lo creo! Hasta me enseñó los dientes de lo duro que fui con él.
– ¿Y tu? ¿Has conseguido que Marcos no te gruña cuando come?
– ¡Que va! Todo lo contrario. Anteayer le tiró un derrote a mi sobrino que de no estar cerca su padre, le marca la cara.
– Es que los niños son muy malos con los animales y ellos lo saben.
– Pues yo me preocupé y lo llevé ayer mismo a un adiestrador.
– ¿Qué tal fue la cosa?
– Fatal. Mientras hablábamos, Marcos trató de engancharlo por la pierna, ya sabes, esa tontería que hace con quien no conoce.
– ¿Cómo reaccionó el adiestrador?
– Muy mal, le tiró una patada a la boca y tuve que intervenir para que no le pegara de verdad. ¡Y se llama profesional el salvaje! Estuve apunto de denunciarlo por maltrato a los animales.

¿A que han oído ustedes alguna conversación como esta en el parque por el que pasean a sus perros? ¿A que han tenido ganas de llamar cantamañanas y calzonazos a estos educados dueños que hacen con sus perros lo políticamente correcto?

Ya saben ustedes, queridos lectores, que el fenómeno científico y lo políticamente correcto no están necesariamente juntos y les digo más: Ahora, en mi España de siempre, lo políticamente correcto en el caso de los perros, consiste en estudiar la forma de escapar ileso y sin necesidad de psiquiatra pasados unos años de convivencia ínter específica. Los más ilustrados nos traen a la consulta a sus bestezuelas agresivas esperando que les hablemos de la bondad de la especie canina y de su amor por los humanos. Los demás leen libros de esos que nos convencen de que todos los perros son buenos para todo.

¿Saben que la agresividad, en cualquiera de sus manifestaciones, no es políticamente correcta? ¿Saben que lo políticamente correcto es no usarla aunque se trate de salvar tu propia vida? ¿Saben que algún político nuestro lo ha declarado así sin creer en aquel carpintero que hace dos mil años lo vino a decir con respecto a sus semejantes? ¿Saben que lo políticamente correcto es que solo el perro la use con nosotros sin tener respuesta?

Existe otro problema añadido: la abundancia de tontos de guardia que dedican sus horas de servicio a aconsejarte que ni regañes en tono alto a tu perro porque lo puedes traumatizar y eso, ni es políticamente correcto ni propio de una especie superior.

Algo parecido pasó en mi país hace unas décadas, con los cachorros de Homo sapiens, cuando una legión de políticos y psicólogos se empeñaron en que a los niños no se les podía regañar ni darles un pescozón porque se traumatizaban y que no tenían obligaciones de ningún tipo sino solo derecho a tenerlo todo sin necesidad de ganarlo… ¡Era lo políticamente correcto! Tampoco podían jugar a cruzados ni a indios y comboyes porque para eso se necesitaban “juguetes bélicos” que estimulaban su agresividad.

Pero hete aquí que pasan los años y la conducta de nuestros cachorros, arropados por lo políticamente correcto, se torna tan pacífica y falta de agresividad que comienzan a atizarse en serio entre ellos, llegan a atacar a sus maestros y, si me apuran, hasta a sus propios padres.

Pero los creadores de lo políticamente correcto son, como es lógico, los individuos pertenecientes a la clase dirigente de los países desarrollados. A esta clase de elite se les unen una serie de indocumentados que les ríen las gracias y salen en TV hablando de chorradas que tratan de convertir en la filosofía vital del país en cuestión. Entre las tonterías que preconizan está la de no jerarquizar a niños ni animales porque, como ustedes sabrán, el término «jerarquía» suena fatal. Es mejor hablar de amistad, camaradería y buen rollito con los niños y las mascotas. El problema está en que el niño y el perro entiendan con exactitud estos conceptos.

Hay una estrategia en la naturaleza que suele optimizar la tasa de aptitud del individuo que la practica y consiste en hacer lo contrario de lo que hacen los demás. Pues bien, estos cantamañanas indocumentados, en aras de un snobismo ramplón y sin idea de Etología, juegan a deshacer las normas que rigen en cualquier sociedad animal y, por supuesto, en la humana. De esa forma tratan de ser unos individuos «guays» y «enrollados» que, en lenguaje canino, debe ser algo así como unos calzonazos dispuestos a todo por quedar bien. ¿Pero saben lo mejor? Que una gran parte de estos individuos «guays» llevan a sus retoños a colegios de pago, de mucho pago, donde los conceptos de disciplina y jerarquía forman el plato fuerte de su formación.

También sus mascotas pasan por manos expertas que, por supuesto, adiestran en jerarquía al perro bandarra que ha pasado parte de su vida asustando al personal. Y es que hay que tener hijos y perros civilizados y, según dicen ellos a quien quiere oírles, eso se consigue sin la más ligera idea de disciplina ni jerarquía; solo con amistad, camaradería y buen rollito.

Pensarán ustedes que ando un poco cabreado, fuera de mi tono normal y no políticamente correcto. Pues llevan ustedes razón. Últimamente, y a mi edad, pretendo que me influya más lo científico y lo lógico que lo políticamente correcto. Pretendo no ver en mi consulta niños pequeñitos mordidos por el «perrito incomprendido». Pretendo que nuestro perro siga siendo el animal del que les he hablado en estos casi treinta últimos artículos y, por supuesto, pretendo que ustedes puedan aprovechar algún consejo mío para tener una convivencia más gratificante con Truco. Y este consejo se lo reitero hoy: Sea usted un buen lider de su amigo porque él no busca en usted ni a un enrollado, ni a un «calzonazos» ni a un «guay». Solo quiere vivir coon la seguridad de que el dominante está ahí por lo que pudiera pasar. Lo demás le importa una higa al igual que a mi lo políticamente correcto.